martes, 5 de mayo de 2015

Porque el crecimiento económico nunca volvera

Hago un paréntesis en la continuación de las entradas sobre el sistema eléctrico español para escribir sobre algo que creo es necesario divulgar, en especial ante las próximas elecciones donde los políticos clásicos comenzarán una subasta al alza sobre el futuro económico, ofreciendo cada uno un imposible crecimiento de al menos el "xcomanosecuantosporciento". 

Este paréntesis en parte se debe a la creciente dificultad para la obtención de datos. Me explico:
La serie sobre el Sistema Eléctrico Español, que comencé con las entradas; "Desde el origen a la Ley 54/1997, no ha representado una gran dificultad a la hora de conseguir datos.
Datos que cuando no son oficiales, procuro verificar hasta dos y tres veces atendiendo a distintas fuentes; asociaciones patronales, webs serias, o Cías eléctricas.

Según voy adentrándome en la última década, curiosamente, me resulta cada vez más complicado obtener datos y no es porque no existan. Existen y en gran volumen, me refiero a la confección y fragmentación de los mismos.
Así cuando quiero encontrar, pongo por caso, el consumo anual de petróleo y  busco en una web especializada, por ejemplo la patronal del sector; CORES. Me encuentro con datos tan minuciosos y por otra parte tan fragmentados que para obtener un total, tengo que trasladarlos a una hoja de cálculo, dedicando un buen rato en su interpretación. Otro tanto podría decir de los datos de REE.

Para la realización de este blog que solo cuenta con la ayuda de mi tiempo libre, este tipo de cosas relentizan bastante la confección de nuevas entradas, más si se quiere mantener un rigor en los datos.
En mi época de estudiante oficial, digo oficial porque parece que en la cultura actual el conocimiento solo es reconocido si va acompañado de un título, aunque sea de la universidad de Villa Botijos de Arriba ¡Que mal lo hubieran pasado da Vinci o el sargento Levréntiev, en nuestra sociedad!
Como contaba, en tercer año de carrera, en la asignatura Economía de empresa había un tema dedicado a la Teoría Matemática de la Información.
De la enseñanza de ese tema se desprendía una conclusión: tan mala es la falta de información como el exceso de la misma. Tanto un extremo como el otro impiden tomar decisiones acertadas.
De hay la famosa frase: "Los árboles no me dejan ver el bosque".
Bueno pues algo parecido me está sucediendo con los datos sobre el SEE, tengo que ir árbol por árbol para poder hacerme una idea del bosque.
¿Será casualidad, torpeza mía, o algo perfectamente planificado?


Porque el crecimiento económico nunca volverá

Llevo demasiado tiempo escuchando a políticos y economistas de partido el mantra de; "en poco tiempo estaremos creciendo al xcomanosecuantosporciento".

Una absoluta falsedad que ya en su día, el informe encargado por el Club de Roma (1972) al MIT desmontaba.
Ese informe se dio a conocer como "Los límites de crecimiento", y ponía de manifiesto como en un planeta de recursos finitos el crecimiento infinito (función exponencial), era sencillamente imposible.

A modo de ejemplo un crecimiento del 3% anual, implicaría doblar la base cada 23,5 años. Sí ese crecimiento fuera al 5% la base se doblaría cada 14,2 años. 
¿Y que significa doblar la base?

Doblar la base significa consumir el doble de todo.

Doblar la base significaría que contaminaríamos el doble, como ya está pasando.

O que la población se ha doblado en un periodo de tan solo cuarenta años

Doblar la base choca con los límites de los recursos finitos, y de hay el título de "Los límites del crecimiento".
Crecimiento económico y energía

El crecimiento económico ha estado, desde tiempos prehistóricos, sujeto al excedente energético.
Un análisis de lo que está sucediendo y sucederá se encuentra en la Teoría de Oldúvai, gráficamente puede representarse con el siguiente esquema:


Según el gráfico anterior podemos sacar varias conclusiones, una de las más importantes es el declive de la energía disponible por habitante que alcanzó su máximo en 1979 para ir disminuyendo hasta un 30% de energía disponible per cápita entorno al año 2030 y a partir de esa fecha continuar con un lento y continuado declive.

El modelo socio económico actual ha sido posible y solo posible, gracias a los combustibles fosiles acumulados en el interior de la tierra en los últimos trescientos millones de años.

Estos combustibles fósiles producto de la descomposición de materia orgánica que mediante largos periodos de tiempo y en unas determinadas condiciones de temperatura y presión, que posiblemente sean irrepetibles, ha ido trasformándose en distintas recombinaciones de átomos de carbono e hidrógeno junto con otros elementos, de los cuales extraemos aproximadamente el 80% de la energía que utilizamos a nivel mundial. 
Sí no hay ningún error; el 80% de la energía que utilizamos.

Esos combustibles han ido alcanzando e iran alcanzando sus picos de extracción en los próximos años. Cada día sera más difícil su obtención y menor su tasa de retorno energético, como ya sucede con el petroleo.

Junto con la siempre polémica energía nuclear, alimentada por mineral de uranio y cuyo pico de extracción parece que ha sido ya, o esta muy próximo, son los que han permitido el desarrollo de nuestro insostenible modelo económico y social.

Algunos pensaran que la fusión nuclear  esta a la vuelta de la esquina. La realidad es que desde hace más de cuarenta años estamos a cuarenta años de conseguir un reactor comercial de fusión nuclear.
Los técnicos que trabajan en el proyecto ITER hablan de posibles tasas de retorno para el año 2050 de 10 a 1.
El petroleo, la segunda fuente energética después del carbón llegó a tener tasas de retorno de 100 a 1 a mediados del siglo pasado.

Otros pensaran que las renovables solucionaran el problema, que la energía del Sol es ilimitada, por lo menos para los próximos 4.500 millones de años, sin entender que las energías renovables son extensiones de los combustibles fósiles.

¿Alguien se imagina la instalación de generadores eólicos mediante grúas y camiones eléctricos?

Otro tanto digo para la energía solar fotovoltaica, donde el silicio, el boro y el fósforo, responsables de la generación fotoeléctrica, apenas representan unos gramos sobre el total del panel solar, compuesto básicamente de aluminio, cristal y cobre.

¿Alguien se imagina que los dúmper utilizados en la minería, incluida la del silicio pudieran funcionar con baterías?

Dúmper típico de minería. Su peso total es de unas 600 Toneladas y consume 16 litros de gasoil por minuto.

Este ejemplo es válido para el trasporte marítimo o aéreo.

Pero en el mejor de los casos y suponiendo que pudiéramos salvar todos esos obstáculos, solo podríamos producir energía eléctrica.

Con solo energía eléctrica nuestros actuales procesos industriales serían inviables en su inmensa mayoría.

En España en 2014, el consumo de energía eléctrica representó el 24,8 % del total de la energía consumida, las renovables tuvieron una participación del 41% o lo que es igual; las renovables representaron el 10% de toda la energía consumida. 

En la moderna Alemania, que muchos utilizan como ejemplo de país, la energía más utilizada desde los comienzos del presente siglo vuelve a ser el carbón. En concreto los lignitos, de los que Alemania todavía tiene unas reservas aceptables y que son de los combustibles fósiles de mayor efecto invernadero.

Para terminar este apartado añado que al día de hoy el petroleo, es también la base de unos 4000 productos industriales.

Economía, energía y sociedad

Durante los últimos siglos, en especial desde la Revolución Industrial, las personas nos hemos ido organizando entorno a las urbes, desplazándonos del medio rural a las ciudades, cada vez más grandes, en un continuo proceso de engullir personas como si se trataran de gigantescos e insaciables estómagos.

Este desplazamiento fue originado por dos fuerzas; una de repulsión y otra de atracción.

La fuerza de repulsión fue causada por la mecanización del medio agrícola y la estabulación ganadera que hacía innecesaria la mano de obra. Esta mecanización y su correspondiente aumento de productividad se debieron a los combustibles fósiles. Primero la máquina de vapor y luego el motor de combustión interna expulso a millones de personas del medio agrícola y ganadero.

La fuerza de atracción fue debida a la necesaria mano de obra para poder fabricar los útiles de esa mecanización y la mejor manera de obtenerla era montando las fábricas en las ciudades en las que la Ley de Say parecía funcionar y cumplirse para todas las actividades industriales.

Poco a poco durante los siglos XIX y XX las ciudades fueron creciendo hasta convertirlas en auténticos sumideros energéticos.
Este efecto de sumidero energético ha ido aumentando con el tiempo y disparándose con la insostenible globalización, donde muchos de los productos que consumimos a diario tienen su origen a miles de kilómetros de distancia.


Vista aérea de la ciudad de Móstoles en la provincia de Madrid. En 1931 contaba con 1.748 habitantes y tenía a su alrededor un basto cinturón de recursos que posiblemente satisfacía más del 60 % de sus necesidades; alimentación, agua, energía (biomasa)... el resto de sus necesidades hasta cubrir posiblemente un 90% de las mismas, tendrían un origen no superior a 400/500 Km. y probablemente solo un 10% de sus necesidades serían cubiertas con productos de lugares remotos y exóticos.


La misma ciudad en 2012. Con 206.031 habitantes. En ese año, solo su consumo de energía eléctrica fue de 1.146.432 MWh  o el equivalente a 5.054 kWh/habitante. Todo el pequeño comercio está dominado por bazares chinos cuyos productos se fabrican a más de 10.000 km. de distancia. La alimentación sufre de un proceso parecido y las grandes cadenas de distribución hacen que los alimentos que se consumen tengan cada vez unos orígenes más lejanos.

He utilizado el ejemplo de la ciudad de Móstoles como podría haber utilizado la de cualquiera de las ciudades del planeta que han seguido procesos parecidos.

¿Alguien es capaz de imaginar la mortandad que en una de estas ciudades cualquier Cisne Negro de los miles que cada día nos acechan podría causar?

¿Alguien se imagina lo que sucedería ante un colapso en el sistema de distribución de energía, agua, transporte o alimentación? 

Al día de hoy el modo de vida de las grandes ciudades es cada vez más insostenible y según se vayan sucediendo los distintos colapsos parciales que ya estamos empezando a sufrir; el colapso laboral, al que seguirá el financiero, casi todas las grandes urbes del planeta tienen sus ayuntamientos y gran parte de sus ciudadanos en bancarota. El energético; con sus insostenibles consumos cercanos a los 50 kW/día por habitante.

 CONSUMO DE ENERGÍA EN ESPAÑA AÑO 2013
FUENTE
GWh
Consumo por habitante/día en kWh
Petróleo
314.010
18,29 kWh
Gas
310.041(1)
18,06 kWh
Electricidad
225.578 (2)  
13,14 kWh
TOTAL
856.249
49,49 kWh
        
(1) Consumo total de Gas en España incluido el utilizado para la Generación eléctrica.
(2) Descontado el Gas utilizado en la generación eléctrica.
Dentro de la generación eléctrica están incluidos 46.246 GWh cuya fuente primaria es
el carbón y que coloca a este combustible fósil en tercer lugar después de la nuclear y la eólica. 
El consumo energético español por ciudadano y día equivale a la energía contenida en 5 litros de gasolina o el equivalente, para una mejor visualización, de la energía que consumiría un coche con 4 personas durante un trayecto de 100 km a 90 km/h.

El económico, el social... Todos estos colapsos parciales irán conformando el colapso final de la sociedad del petróleo, o sea nuestra sociedad actual.

Desgraciadamente no estoy hablando de algo que pasará en los próximos siglos. Estoy hablando de algo que está pasando ya.


El nuevo invitado del colapso social; la robotica. 

La revolución industrial fue posible por dos elementos fundamentales; Los excedentes energéticos ofrecidos por los combustibles fósiles y la abundante mano de obra necesaria para la fabricación de productos en grandes series. 

La dinámica implantada con la revolución industrial, hacia necesaria la fabricación constante de nuevos elementos que complementaran otros productos industriales. 
La fabricación se fue especializando, alcanzando cada vez una mayor complejidad, por lo que la demanda de mano de obra cualificada y el aumento de la productividad permitió el pago de salarios crecientes y el nacimiento de un sector servicios, banca, seguros, comercio... que hacia rodar la rueda industrial como si no hubiera fin.

La primera gran crisis del capitalismo moderno en 1929, hizo ver a las autoridades que el mercado y el capitalismo sin ningún tipo de regulación eran una ruleta rusa, capaz de provocar grandes desastres.

Como consecuencia de esa primera crisis nacieron leyes como la Glass-Steagall que pusieron límites al capitalismo salvaje practicado hasta entonces.

El sistema siguió funcionando bajo la premisa de que las fuentes energéticas eran inagotables, así como el mercado, tanto para aportar mano de obra, hasta entonces necesaria, como para engullir todo lo que saliera de las cadenas de montaje.

Era un mundo maravilloso, en especial para USA, donde como consecuencia de la victoria en la IIGM, habían conseguido superar la feroz crisis de 29 y con el 5% de la población mundial tener el 45% del PIB mundial.

Pero la guerra Arabe-Israelí de 1973, freno en seco ese maravilloso mundo capitalista, al comprobar que todo ese círculo virtuoso se sostenía a base de un petroleo barato y abundante.


La dura realidad para la sociedad industrial era que dado dos factores de producción; factor trabajo y energía, sí el precio de uno de esos factores se incrementaba de forma importante el otro factor tendría que ajustarse hasta equilibrar la ecuación de costes.

Como el ajuste salarial no sería tolerado por los potentes sindicatos del último tercio del siglo XX, solo había un camino; la deslocalización.
El asunto consistía en llevarse la producción a terceros países, donde la mano de obra abundante estuviera dispuesta a trabajar a cualquier precio. Y de paso sacudirse de las molestas leyes que los gobiernos de corte socialdemócrata imponían en el ámbito fiscal, económico, medioambiental...

El abandono de la ciudad de Detroit, cuna del automovilismo americano, es uno de los efectos más visibles de esas políticas de deslocalización industrial.

Algo que ha sucedido en otras muchas ciudades como el abandono de la mayor fábrica de automóviles del mundo en Longbridge. Este ejemplo de la fábrica Rover-MG, es parecido a lo que está sucediendo a los distintos países que dentro de Europa se incorporan a la Unión Europea (un subsistema de la globalización), y aceptan el euro  -un tipo de cambio fijo con el marco alemán- como moneda, viendo como toda su industria es succionada por el país germano hasta convertir sus antiguas naciones en meras colonias de la metrópoli alemana.

Con la deslocalización industrial se conseguía mantener los costes contenidos compensando el incremento del precio de la energía con la reducción de los costes laborales.
Pero la propia estructura industrial hacia que las producciones en serie tuvieran que ser muy elevadas para alcanzar el umbral de rentabilidad.
El ciudadano occidental ya no era necesario para trabajar, pero el sistema capitalista le seguía necesitando para consumir sus productos en serie.

Una explicación sencilla de porque se necesitaba a los ciudadanos para consumir vendría dado por el  umbral de explotación. El umbral de explotación es la producción mínima que una empresa necesita realizar para no perder dinero. La siguiente ecuación sirve para plantear el UE:

                           CF+QCV= QI

Donde CF= Costes fijos, que son independientes del nivel de producción. De tal manera que las empresas no pueden influir en ellos en el corto plazo.

Q= Es el número de unidades producidas

CV= Es el coste variable, el cual es de cero si la producción es de cero, y se mantiene constante por unidad producida dentro de los límites de la capacidad de planta.

I= Es el ingreso unitario con stock cero.

Un ejemplo sencillo:

Supongamos que una empresa tiene unos costes fijos; intereses de deuda, costes de estructura, amortización de maquinaria, impuestos fijos... de 1.000.000 €

Y tiene unos costes variables: Mano de obra directa, materias primas, consumos de energía... de 50€/ por unidad fabricada.

Supongamos que el precio de mercado de su producto es 100€/unidad.

¿Cuantas unidades tendría que fabricar para alcanzar su punto de equilibrio o umbral de explotación, que es el punto por debajo del cual pierde dinero y por encima del mismo comienza a tener beneficios?

Con los datos construimos una sencilla ecuación:
CF= 1.000.000
CV=             50
PVP=         100
Q=          ?

1.000.000+50Q=100Q

Despejamos y tendremos; Q= 20.000 unidades

Esto quiere decir que esta fábrica necesitará producir y vender 20.000 unidades para no perder dinero.
Por debajo de 20.000 unidades pierde y por encima empieza a ganar.
Sí por ejemplo fabricamos 21.000 unidades nuestro beneficio será de:
Ingreso total= 21.000 unidades x 100€ = 2.100.000€
Coste Total= 1.000.000+ (50€x21.000)= 2.050.000€

                                               Beneficio=      50.000€

¿Que sucede si comenzamos a externalizar los costes fijos?
Por ejemplo conseguimos externalizar 500.000 € cediendo parte de nuestros procesos a otras empresas, por lo que transformamos esos costes fijos en un pequeño incremento de los costes variables o asociados a la producción.

La nueva ecuación sería:
CF= 500.000 €
CV=          55 €        


                               500.000+55=100Q

Despejamos y tendremos; Q= 11.111,1... unidades

En este caso a la empresa la bastará fabricar unas 12.225 unidades para tener un beneficio de 50.125€

Ahora esta empresa  ya no necesita hacer grandes series para diluir los costes fijos. Ya no necesita una legión de consumidores para ganar dinero.

Este sistema de producción se llama sistema Kamban y es parte del sistema de Lean Manufacturing que optimiza la producción a base de "soluciones" y fabricación por lotes cada vez más reducidos por la externalización de los costes fijos o de estructura.
Todos estos métodos de producción se integran en el método JIT; Just in time o Justo a Tiempo que implica la no acumulación de stock o la externalización de este vía distribuidores, como ocurre en el sector de la automoción.

Los vehículos según salen de la cadena de montaje son enviados a los distribuidores, que por su condición de representante de la marca tiene que hacerse cargo del stock con independencia de sus ventas.


Aquí vemos trabajar una de esas maquinitas que nos está dejando sin trabajo, salvo al ingeniero que la maneja y que tan pronto puede estar haciendo un lote de 50 piezas para la firma Renault, por poner un ejemplo, como un rato después, se la activa otro software y hace un lote de 25 piezas, totalmente distintas para la empresa Airbus.

Con este tipo de robots los costes fijos que antes tenían que ser diluidos mediante largas series ahora se pueden reducir a casi cero.

Las consecuencias de esta nueva etapa de la tecnología industrial es que el ser humano ya no es necesario para mantener el tejido industrial a base de consumir todo lo que se fabrica.

Me hace gracia la ignorancia de los políticos cuando hablan de aumentar la renta disponible para que podamos consumir más y así aumentar el empleo.

¿El empleo de quien?

Entre otras cosas lo que consumimos puede tener su origen a miles de km. de nuestro país.
Así los famosos planes Prever para la compra de coches... generalmente fabricados fuera de nuestras fronteras.

O las subvenciones a la industria solar fotovoltaica donde los políticos se llenaban la boca con el famoso I+D+I que generaba la instalación de los paneles solares.
Claro que generaba I+D+I...pero en Alemania, China o Japón que eran los fabricantes de un gran número de los paneles que se instalaron durante la burbuja de las renovables en nuestro país.

La robótica nos hace innecesarios tanto como productores como consumidores.

La Tormenta Perfecta

El pico de extracción de los combustibles fósiles que ya se está produciendo. El del petroleo convencional ocurrió en 2005 y se espera que el del gas ocurra en los próximos 5/10 años. El del carbón se producirá en teoría a finales del presente siglo, si es que no tiene que sustituir a otros combustibles fósiles, como ya está ocurriendo, y el cambio climático lo permite.

Los sumideros energéticos en los que se han convertido las grandes ciudades.

La robótica que hace innecesario al ser humano como productor y como consumidor.

Una globalización energéticamente insostenible; tomamos las materias primas de un continente, las ensamblamos a miles de Km de distancia y vuelven a dar la vuelta al mundo para ser llevadas a los centros de consumo.

¿Cuanto puede durar nuestro modelo económico actual?... uno de los límites me atrevo a ponerlo en el precio del petróleo; por encima de los 120US$b, la demanda comienza a colapsar, por debajo de ese precio es la oferta la que colapsa. 




En este gráfico de la eia podemos comprobar como el negocio del petróleo se está transformando en un negocio ruinoso. Las principales compañías petroleras (la muestra corresponde a 127 Cias de gas y petroleo) tienen una brecha de 110.000 millones de US$.

En poco tiempo el petróleo volverá a los 120/130 US$ barril. En ese momento el espejismo de la recuperación económica, que simplemente es una recuperación financiera, se desmoronara como un castillo de naipes.


Este cuadro está elaborado por el economista español Juan Laborda, poco estimado por el poder político dada su independencia y objetividad en el tratamiento de los datos.

El anterior cuadro pone de manifiesto que el tímido repunte de la economía española, como la del resto del planeta, se debe a un enorme chute financiero en forma de deuda pública.

Ese crecimiento casi exponencial, a nivel mundial, de la masa monetaria, no evitará el choque con la realidad física del planeta.


El último invitado a la fiesta: el cambio climático

The Arctic is often cited as the canary in the coalmine for climate warming … and now as a sign of climate warming, the canary has died. It is time to start getting out of the coal mines.’ – Jay Zwally, glaciólogo de la NASA.

La realidad es que nuestro "Canario en la mina," el Ártico, está agonizando.
A principios del pasado mes de marzo (2015) se registraron cambios de temperatura en el Ártico que superaron en 20ºC, la temperatura media de las últimas décadas.
Esto en términos climatológicos es una anomalía descomunal y que está siendo acelerado, por mucho que los voceros del negacionismo digan, por la acumulación de gases de efecto invernadero.
Una de sus consecuencias más dramáticas en los próximos años, no siglos, será la subida del nivel del mar que puede pasar de los 35 centímetros esperados, a cuatro o cinco metros si comienza el deshielo del Antártico, algo que parece está comenzando a suceder.


Creo que los organismos que alertan del cambio climático, como la NASA, la UE (con la boca pequeña) o la OMM, son lo suficientemente importantes como para tener en cuenta a este nuevo invitado a la fiesta de la "Insostenibilidad del modelo actual".

Carlos de Castro, en el magnífico blog del Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas de la Universidad de Valladolid, sostenía que ya que hemos de colapsar más vale que sea rápido. 

Yo soy un poco más optimista y pienso que si somos capaces de dar un giro, ya, de 180º y regresar a modelos de vida parecidos a los que teníamos hace apenas 300 años pero con la ventaja del conocimiento y la tecnología -con un uso racional- adquirida durante todos estos años, posiblemente nuestra madre Gaia, nos permitiera vivir algunos milenios más sobre el planeta tierra.










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